sust. masc.
1) Terreno en donde se cultivan plantas predominantemente ornamentales.
2) En los buques, retrete.
3) Mancha que deslustra y afea la esmeralda.
4) germanía Tienda de mercader o feria.
Parcela de terreno organizado artificialmente con el empleo de elementos naturales (árboles, flores, espejos de agua, etc.): su objetivo fue creativo y estético. Puesto que un jardín refleja el gusto de una época, su estudio es parte de la historia del arte. Los jardines más antiguos están documentados en China; se configuraban como paisajes inspirados en el pensamiento taoísta; su conformación, sinuosa, con arroyos, árboles y flores, era variada, pero siempre relacionada con la combinación de arena, agua, rocas, vegetación). En el mediterráneo los más antiguos son los egipcios: resalta su concepción racional con filas rectilíneas de árboles. En Mesopotamia se embellecen los palacios con jardines colgantes; los Aqueménides y Sasánidas usaban como reservas de caza vastos parques. En la civilización romana se realizará la síntesis entre el jardín, área sagrada y como espacio dividido por presencias arquitectónicas con dos tipologias: el urbano, y los vastos de las casas aristocráticas descritas por Plinio el Joven. Un lugar aparte ocupa el jardín islámico. Estaba concebido como una alternativa al desierto y tenía obras hidráulicas (fuentes, lagos, cascadas, etc.) con una vegetación lujuriosa (árboles frutales, parterres floridos, etc.) y una arquitectura organizada en pabellones y quioscos. Entre los ejemplos más célebres: la Alhambra y el Generalife en Granada, y el Top Kap Saray en Estambul. Son muchos los testimonios figurativos del hortus conclusus medieval: Las imágenes de la virgen en el interior de un jardín subrayan que éste es un lugar apartado de la corrupción del mundo. Gran desarrollo tuvieron en el siglo XVI como complementos de las villas y los palacios, era concebido como una proyección de la arquitectura y enriquecido por estatuas, fuentes, etc. En Toscana y en el Lacio triunfó la idea del jardín como complemento suntuoso del edificio, Villa de Este en Rívoli (de P. Ligorio) y la Villa Lante en Bagnaia La lección romana fue fundamental para toda la Europa del siglo XVI. La posterior ruptura se operó en Francia, con el llamado jardín "a la francesa" (Vaux-le-Vicomte y Versalles), en el cual se acentuaba el geometrismo y su simetría. Tuvo un gran éxito entre las monarquías europeas de los siglos XVII y XVIII, Caserta (Villa Real), Segovia (La Granja de San Ildefonso), Hampton Court, Nymphenburg, Viena (Schonnbrunn, Belvedere), Leningrado (Peterhof), cuando ya en Inglaterra comenzaba a delinearse una estética diferente: la idea de un jardín irregular y libre: el jardín de Stowe y el parque de Blenheim.